Ya llegó el 2012. Los años pasan demasiado deprisa cuando echas la vista atrás. Hace nada, celebrábamos el nuevo milenio y ya hace de eso doce años. Dentro de nada brindaremos por el 2020 y no nos acordaremos siquiera qué hicimos en este año presente.
Tempus fugit. Durante la cena se me vienen a la cabeza las navidades de mi infancia, las de mi adolescencia con los primeros cotillones, las posteriores, menos festivas pero más entrañables... Todos los años lo mismo pero un poco más viejo. Nuevos deseos, nuevas espectativas, nuevos sueños. Todos los años igual pero diferente. Creo que cada vez nos conformamos con menos y vamos anteponiendo la salud. Salud, amor y dinero ( hoy día trabajo ). Qué de deseos lanzados al unísono en unas campanadas, en un brindis, en unos familiares besos. Deseos...
Sí, merece la pena esperar un año mejor. Feliz 2012 !
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